OSCE. Los datos recogidos por OSCE de Polonia ascienden a 2.635 delitos de odio recogidos durante el periodo que abarca desde el 2015 al 2018, ambos inclusive.

La motivación que más incidentes produce es la de racismo y xenofobia, llegando a la cifra de 1.523 (57,80%). Le siguen en número los delitos antisemitas que suman una cifra total de 428 (16,24%). La islamofobia es el catalizador que supone la tercera motivación más numerosa para cometer delitos de odio, alcanzando la cifra de 385 (14,61%).

Las otras dos categorías con mayor representación son la de motivación antiromaníes con 178 (6,76%) casos y la de ataque contra miembros de otras religiones con 58 incidentes (2,20%).

El resto de categorías representa un porcentaje menor (anticristiano 0,95% u orientación sexual 0,91%) o directamente no reflejan ningún delito (homofobia o ataque contra personas discapacitadas).

Cronología de delitos señalados por la OSCE

Total 2.635

Gráfico 53: Mapa de Polonia con número total de incidencias de odio y motivaciones con mayores porcentajes

Datos sociedad civil

Polonia registra durante el periodo de estudio un total de 768 delitos de odio según los datos de las organizaciones de sociedad civil reconocidas por OSCE. La motivación que suma un mayor número de delitos ha sido el racismo y la xenofobia con 216 casos (28,13% del total), seguida de homofobia con 179 casos (23,31%) y los cometidos contra simbología cristiana con 136 (17,71%).

Por detrás de éstos, vienen los motivados por antisemitismo 93 casos (12,11%) e islamofobia con 41 (5,34%). Ya con un porcentaje inferior al 5% se encuentran los siguientes: intolerancia política 29 (3,78%), discriminación por COVID-19 25 (3,26%), ataques contra miembros de otras religiones (24, 3,13%) y los delitos contra los gitanos (15, 1,95%).

Además, hay una serie de datos que representan un porcentaje menor al 1% pero que deben ser mencionados. Estos son: víctimas del Holocausto 4 casos (0,52%), ataques contra personas discapacitadas (4, 0,52%), ataques de intimidación al sistema judicial (0,13%) y víctimas del terrorismo (1, 0,13%). La tendencia de los datos globales de Polonia es al alza, teniendo en cuenta, en todo caso, que junto con Hungría, es el país entre los analizados donde menos registro hay de los incidentes objeto de estudio.

Los datos oficiales no reflejan apenas delitos por motivación de la orientación sexual, sin embargo, según un informe publicado en mayo por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, el 15% del colectivo LGBTI de Polonia había sufrido agresiones físicas o violencia sexual en los últimos cinco años. El índice más alto de la Unión. La mayoría de los ataques a personas LGBTI denunciados no dieron lugar a juicio.

El gobierno polaco no acepta la pluralidad de opciones de orientación sexual e identidad personal, al menos no en el espacio público y eso ha derivado en discursos que estigmatizan la libre y pública vivencia de las orientaciones sexuales.
El presidente Andrzej Duda firmó la “Carta de la Familia” en el que abogaba por prohibir el matrimonio igualitario, la adopción por parejas LGBTI y que en los centros escolares quedarían fuera de mención a la orientación sexual plural.

Bajo el aspecto de una confrontación ideológica o política, también se desliza una retórica excluyente y estigmatizadora de las personas LGTBI. En marzo de 2019, unas 100 autoridades locales aprobaron resoluciones indicando que los territorios que gobiernan estaban “libres de la ideología LGBTI”.
En 2020, ILGA-Europa, junto con las organizaciones polacas de derechos LGBT KPH (Campaña contra la Homofobia) y Fundacja Równości (Fundación para la Igualdad), presentó una denuncia legal ante la Comisión Europea sobre las llamadas Cartas Familiares y Zonas Libres de LGBTi, denunciando la discriminación por su orientación sexual.